viernes, 5 de febrero de 2010

Un poco más sobre la masonería

Todo los párrafos que siguen fueron extraídos del libro “el misterio de la masonería” de José Maria Caro Rodríguez.

Las múltiples formas de la masonería

Lo que las fábulas cuentan del personaje mitológico llamado Proteo, a quien no se le podía atrapar por la variedad de formas con que se presentaba, se realiza con exactitud en la Masonería: ella, como el personaje aludido, cambia de formas según le conviene: unas veces se muestra cristiana, otras se muestra atea; unas veces es monárquica, otras republicana y otras veces, comunista; unas veces enciende la revolución; otras veces defiende el orden; unas veces patrocina las doctrinas y reconoce como suyos los hechos de sus miembros; otras veces, sobre todo cuando son tales que despierten la execración pública, se lava las manos y atribuye esos hechos a la exageración o apasionamiento personal del que los llevó a cabo.



Masonería pública y masonería secreta.

La verdad, es, sin embargo, que los altos grados han sido creados, precisamente, para ocultar algo a los grados inferiores. “Como los tres grados de la Masonería ordinaria, dice Luis Blanc, masón, comprendían un gran numero de hombres opuestos por estado y por principios a todo proyecto de subversión social, los novadores multiplicaron las gradas de la escala mística para subir: crearon las traslogias reservadas a las almas ardientes; instituyeron los altos grados... santuario tenebroso cuyas puertas no se abrirían al adepto sino después de una larga serie de pruebas calculadas para comprobar los progresos de su educación revolucionaria, para probar la constancia de su fe, para probar la temple de su corazón”. Por eso dice la “Orthodoxie Maçonique” que la Masonería, invadida, por decirlo así, y tomada de asalto en sus primeros grados por el vulgo, se ha refugiado en los grados superiores. (Benoit, E. M. 1. 252-253).


Masonería y judaísmo

Hay quien cree que el fin de la Masonería es establecer el predominio Judío en le mundo, y no faltan buenas razones que pueden persuadirlo y llegan a hacer dudar si la acción judía, por medio de la Masonería, es lo predominante en esta institución, y, por consiguiente, todo lo demás no es sino medio para llegar a establecer el universal dominio de la raza judía con más rapidez y seguridad, o bien al revés si la acción judía no es más que un auxiliar de la Masonería para conseguir realizar sus designios de anarquía y destrucción universal y tras de ésta, la adoración de Satanás, inspirador de esa obra de rebelión y de anarquía.

Sus principios

Proudhon, uno de los masones más nombrados del siglo Pasado, decía: “Nuestro principio propio es la negación de todo dogma; nuestro punto de partida, la nada. Negar, siempre negar, es nuestro método. El nos ha conducido a poner como principio: en religión, el ateísmo; en política, la anarquía; en economía política, la no-propiedad” (Benoit, F. Tvt., 1., 17).

Masonería y poder oculto

Cópin-Albancelli, estudiando la organización de la Masonería, a la cual perteneció, y su inmensa obra destructora; ante la observación de que la Masonería se componía de seres inferiores (son sus palabras), incapaces de concebir y de preparar las inmensas destrucciones que se habían realizado, tuvo la sospecha de que ella no fuera más que el pobre instrumento de algún Poder Político Oculto. Refiere también un dialogo sostenido con un hermano más altamente graduado en que le hacia la misma confesión, con estas palabras: “Ud. Está en situción de medir la mediocridad intelectual de la mayor parte de los veinticinco mil masones (Copin, P. O.,26 y 284).

Jefes secretos y su procedencia

En 1862, un masón de Berlín, dándose cuenta de la preponderancia judía en las logias, escribía en una hoja de Munich: “Hay en Alemania una sociedad secreta, de formas masónicas, que está sujeta a jefes desconocidos. Los miembros de esta asociación son en su mayor parte Israelitas...“ En Londres, donde se encuentra, como se sabe, el foco de la revolución, bajo el Gran Maestre Palmerston, hay dos logias judías que no vieron jamás a cristianos pasar sus umbrales. Allí es donde se juntan todos los hilos de los elementos revolucionarios que w1idan en las Logias Cristianas.

Masonería, foco revolucionario

Cougenot de Mosseaux refiere este hecho que confirma lo anterior:
“Desde la recrudescencia revolucionaria de 1848 me encontraba en relación con un judío que, por vanidad, traicionaba el secreto de las sociedades secretas en las cuales estaba asociado y que me advertía con ocho o diez días de anticipación todas las revoluciones que iban a estallar en un punto cualquiera de Europa. Le debo la inquebrantable convicción de que todos esos grandes movimientos de los pueblos oprimidos, etc., son combinados por una media docena de individuos que dan sus órdenes a 1a sociedades secretas de toda Europa. El suelo está enteramente minado bajo nuestros pies y los judíos suministran un gran contingente a esos minadores”.



Masonería, judaísmo y las ramificaciones del poder oculto.

Según la Tribuna Rusa, que aparece en Munich en lengua rusa, el Judaísmo militante mantendría sobre deferente planes las organizaciones siguientes de combate, más o menos disfrazadas, pero todas con el fin de preparar el triunfo de la 3ª Internacional.

“1ª La Internacional dorada (plutocracia y alta finanza internacional), a cuya cabeza se encuentran: a) En América: P. Margan, Rockef&Ier, Wanderbilt y Wanderlippe (Varios de estos nombres no parecen ser de lo mejor escogidos); b) en Europa: la casa Rotschild y otras de orden secundario
“2ª La internacional roja, o Unión internacional de la democracia social obrera. Esta comprende: a) la segunda Internacional (la de Bélgica, Judío Vandervelde) b) la. Internacional Nº 2 1/2 (la de Viena, Judío Adler); y c) la Internacional Nº 3 o Internacional comunista (la de Moscou, Judíos Apfelbaum y Radek).
“A esta hidra de tres cabezas, que para más comodidad obran separadamente, se agrega el Profitern (Oficina Internacional de las asociaciones profesionales) que tiene su sede en Amsterdam y dicta la palabra judaica a los sindicatos no afiliados aún al bolcheviquismo.
“3° La Internacional negra o Unión del Judaísmo de combate. El principal papel es desempeñado en ella por la organización universal de los Sionistas (Londres); por la Alianza Israelita Universal, fundada en París por el Judío Crémieux; por la Orden judía de los B’nai-Moiche (hijos de Moisés) y las sociedades Judías «Henoloustz», «Hitakhdoute», «Tarbout», «Karen-Haessode>, y otras ciento, más o menos enmascaradas diseminadas en todos los países del viejo y del nuevo mundo.
“4º La internacional azul, o Masonería Internacional, que reúne por medio de “la Logia Reunida de la Gran Bretaña”, por medio de “la Gran Logia de Francia” y por medio de los Grandes Orientes de Francia, Bélgica, Italia, Turquía y de los demás países, a todos los masones del universo (El centro activo de esta agrupación, como lo saben los lectores, es la Gran Logia “Alpina”).
La Orden Judío-Masónica de los “B nai—B ritb”, que, contra ‘los estatutos de las logias masónicas, no acepta sino judíos, y que cuenta en el mundo más de 426 logias puramente Judías, sirve de lazo entre todas las Internacionales enumeradas más arriba.
“Los dirigentes de “B nai-B rith” son los Judíos: Morgentau, antiguo Embajador de los Estados Unidos en Constantinopla; Brandeis, juez supremo en los Estados Unidos; Mack, sionista; Warbourg (Félix), banquero; Elkuss; Krauss (Alfred), su primer presidente; Schiff, muerto ya, que ha subvencionado el movimiento de emancipación de los Judíos en Rusia; Marchall (Luis), sionista”.
“Sabemos de cierto, dice Webster, que los chico poderes a que nos hemos referido – La Masonería del Gran Oriente, la Teosofía, el Pan-Germanismo, la Finanza internacional y la Revoluoión Social - tienen una existencia muy real y ejercen una influencia muy definida en los negocios del mundo. En esto no tratamos de hipótesis sino de hechos basados sobre evidencia documentada...
“Unificado o no el poder Judío, los Judíos se encuentran cooperando con todos los cinco poderes cuya existencia es conocida, si no dirigiéndolos. Así, los judíos por mucho tiempo han desempeñado la parte dirigente en la Masonería del Gran Oriente y predominan en los grados superiores” Webster, págs. 382—383).

La masonería y la “opinión pública”

Del Consejo Supremo parte una insinuación de obrar en tal o cual sentido, de propagar tal o cual idea, y en el momento comienza la acción en todos los puntos del país donde hay un núcleo masón y a veces donde hay un sólo hermano apostado al servicio de la Orden. Y como se suele disponer de la prensa, luego se publican las ideas que se quieren divulgar, los anhelos que se quieren hacer sentir; en seguida comienzan a llegar los telegramas de todas partes, manifestando el sentir de la opinión formada artificialmente por los que dirigen la tramoya, y como el resto dé la población ni sospecha la trama, no deja oír su voz. De esa manera la única voz que se oye, la única opinión que se deja sentir es la que el Gran Oriente ha querido que se sienta, y ahí tenéis formada como par encanto una opinión pública, tal vez enteramente contraria al sentir de la casi totalidad de los habitantes.