domingo, 17 de agosto de 2008

17 de agosto de 1850, fallecía el General Jose de San Martin

En este nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del general San Martín, es interesante recordar que el Libertador no solo tuvo que enfrentar a las fuerzas realistas, sino tambien, al unitarismo liberal y cipayo, encarnado en ese momento por rivadavia...



EL PLAN DEL LIBERTADOR


El plan libertador de San Martín consistía básicamente en un movimiento de pinzas sobre los españoles, haciéndolo él por mar y que al mismo tiempo un ejército auxiliar avance por el norte. Con ese fin mandó a Gutiérrez de la Fuente para que ofreciera la jefatura a Bustos (de Córdoba) para que forme un ejército con gente de las provincias del interior, y con la ayuda económica de Bs.As (del puerto). Bustos (cordobés) , pensando que su nombre sonara mal entre los porteños y con tal de ganar la voluntad de Bs.As., manda un emisario para que se entreviste con Rivadavia, ofreciendo ceder el mando a quien designe Bs.As. (...jamás permitirá mi deseo que se paralice una empresa porque no tenga el honor de mandarla...cualquiera sea el jefe prepararé todos los auxilios que estén en mi esfera sin reservar nada a tan sagrado interés – Comunicación de Bustos a Martín Rodríguez).

Pero Rivadavia estaba más interesado por las reformas burocráticas y las mejoras edilicias que en la suerte del país y del ejercito Libertador, de manera que, despilfarrando el dinero en cosas superfluas en aquellas circunstancias, dejó cajoneado el pedido de fondos, y Gutierrez de la Fuente se volvió con las manos vacías.

A raiz de las actitudes de Rivadavia y sus satélites (como los nombra el propio San Martin) el libertador dirá:“La guerra la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar. Cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetitas que trabajan nuestras mujeres, y sino andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres, que los demás no importan” (José de San Martín)
“Unámonos, paisano mío, para batir a los maturrangos que nos amenazan: divididos seremos esclavos; unidos, estoy seguro de que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra de honor. Mi sable no saldrá jamás de la vaina por opiniones políticas; usted es un patriota y yo espero que hará en beneficio de nuestra independencia todo género de sacrificios…” (Carta del Gral. San Martín a Estanislao López - 1819).

San Martín armó casi sólo su propio ejército para ir a Chile y en conjunto con los Chilenos liberaron ese territorio y luego Perú. Lamentablemente no pudo completar la gesta emancipadora de América porque, sin el apoyo de su propio país, no tuvo más remedio que ir a Guayaquil y cederle el lugar a Bolívar (quien sí tenia el apoyo del suyo) para que
Bolívar concluyera la empresa. No solo se le negó a San Martín la posibilidad concluir su gloriosa gesta, sino que se posibilitó que Sucre entrase en el Alto Perú (en lugar de Bustos) “liberando de argentina” ese territorio. A pesar de todo esto, el “sapo del diluvio” (Rivadavia) figurará como un prócer con su nombre en calles, pueblos y ciudades.


El boicot de Rivadavia ( y exilio de San Martín)



Rivadavia, temeroso de que se designara jefe supremo a San Martín, boicoteó por todo los medios la reunión de un congreso constituyente en Córdoba, Ocupado en dotar de ochavas a la ciudad de Bs. As. negó todo recurso a San Martín, que libraba la guerra de independencia.

Finalmente San Martín no tuvo más remedio que ceder su lugar a Bolívar para que concluyera la gesta libertadora. Bolivar no era partidario de la segregación del Alto Perú, - talvez temeroso de la reacción argentina- pero Sucre, al mando de Bolivar finalmente formó la “República de Bolivar” (Bolivia).

San Martín dejo Perú, cruzó la cordillera y se recluyó en retiro en su chacra de Coria (Mendoza) Un emisario de Bs.As. (el Dean Zavaleta), le hizo saber que la gran dificultad para reunir el congreso era su permanencia en el país (por recelos de que se lo designase Jefe Supremo) San Martín decide su viaje a Europa, pero antes de llegar a Bs.As Estanislao López le advierte sobre el plan para asesinarlo. No obstante la advertencia, San Martín pasa por Bs.As. para irse finalmente el 10 de febrero de 1824. Por fin podía, entonces , reunirse el congreso. (……y pensar que los presidentes argentinos siguen usando el sillón donde puso el trasero Rivadavia.)



El frustrado regreso de San Martín


En el conflicto de la confederación con brasil, Inglaterra prefería que no haya triunfador y que la banda oriental fuera independiente para debilitamiento de ambos, quedando Inglaterra como árbitro en el Río de La Plata. Las provincias del interior querían terminar una guerra ya ganada, pero Rivadavia estaba mas interesado en sus negocios mineros con los ingleses, que en su patria, y prefiere que regrese el ejercito para imponer “la organización a palos” (Agüero) en el interior, aun a costa de ceder la banda oriental. Prevalecen las palabras del ministro Agüero de “la paz a cualquier precio”. Los federales piden el gobierno y que les dejen a ellos el peso de la guerra pero Rivadavia prefería perder la guerra y la banda oriental, antes que dejarle el gobierno a los federales, e instruye a García para que vaya a Río de Janeiro a terminar la guerra “a cualquier precio".

Fue un arreglo tan vergonzoso que ante la indignación popular Rivadavia intentó usar a García de chivo expiatorio y desconocer el arreglo, pero sumado al escándalo por saberse el negociado de la Mining, (denunciado públicamente, entre otros por Anchorena) se vio obligado renunciar. Luego, (resumiendo) el gobierno de Dorrego, que quiere seguir la guerra a toda costa, pero hasta el Banco de la provincia (manejado por intereses y accionistas ingleses) le niega todo crédito.

Regresado el ejército, Lavalle derroca ilegalmente a Dorrego y lo fusila (incentivado por unitarios como Del Carril y otros) En semejantes circunstancias llega San Martín (embarcado con el apellido materno) a Montevideo y se entera del fusilamiento de Dorrego.

San Martín es mal recibido, y Paz (gobernador interino) le escribe a Lavalle (que está en campaña): ”Calcule Ud. las consecuencias de una aparición tan repentina”.

Desacreditados los revolucionarios “Decembristas”, le ofrecen a San Martín el Gobierno, para “salvar la revolución con su prestigio”, pero San Martín se rehúsa a aceptar.

La propuesta de Lavalle queda en claro en carta que San Martin le envía a O´Higgins el 19 de abril, con copia de su respuesta:

“...su objeto era que yo me encargase del mando del ejercito y provincia de Buenos Aires y transase con las demás provincias a fin de garantir por mi parte y el de los demás gobernadores a los autores del 1° de diciembre (asesinato de Dorrego) …por otra parte los autores del movimiento del 1° de diciembre son Rivadavia y sus satélites y a Ud. le consta los inmensos males que estos hombres han hecho no solo a este país sino al resto a América con su infernal conducta. Si mi alma fuese tan despreciable como las suyas, yo aprovecharía esta ocasión para vengarme de las persecuciones que mi honor ha sufrido de estos hombres; pero es necesario señalarles la diferencia que hay de un hombre de bien, a un malvado…Digo a Ud. en la mía del 5 que para le próximo paquete (paquebote) de mayo me marcharía a Europa, pero lo certificaré en el que sale a fines de éste. Adiós otra vez, pro siempre su invariable San Martín” (Picianeli, Hector Juan. Op.Cit.)

Así se ponía nuevamente por encima de ese grupo de “iluminados”, y antes de alejarse
definitivamente, le dice a Iriarte:

“Sería un loco si me mezclase con estos calaveras. Entre ellos hay alguno, y Lavalle es uno de ellos, a quien no he fusilado de lástima cuanto estaban a mis órdenes en Chile y en Perú…son muchachos sin juicio, hombres desalmados…” (García Mellid, Atilio. “Proceso al liberalismo argentino”. Edit. Theoría. 1988) (JST.p.45)


Artículo extraído de: http://www.lagazeta.com.ar/

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